En la carretera que conduce a la ciudad turística de Uyuni, un perro entrenado en la detección de drogas descubrió un bulto sospechoso, conocido como «q’ipi» en quechua, que estaba siendo transportado hacia la ciudad fronteriza de Villazón.
El fiel compañero de la Policía, Milan, dirigió su hocico directamente hacia una bolsa de yute envuelta en un aguayo. En su interior, se encontraban ocultos al menos 30 paquetes de marihuana. Los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) atribuyeron el éxito del operativo al extraordinario olfato del perro.
Los oficiales procedieron a confiscar los 30 paquetes de narcóticos, los cuales posteriormente se confirmó que contenían marihuana, con un peso total de 31 kilogramos con 650 gramos.
La Felcn subrayó la importancia del trabajo conjunto con los ejemplares caninos en la batalla contra el narcotráfico. Sin embargo, no se proporcionaron detalles adicionales sobre los implicados en el incidente ni se informó sobre posibles arrestos.