La oscura trama de la vida. Una mujer de 70 años, Especta Villaca, sucumbió en la Villa Imperial sin encontrar justicia, tras librar una desgarradora batalla judicial contra su propia inquilina.
Las sombras de la injusticia se ciernen sobre su historia, marcada por la pérdida progresiva de su visión y una malévola que la arrebató de su morada.
En su soledad, la vulnerabilidad de Especta fue aprovechada sin piedad. La astuta inquilina traicionera se metió en la vida de la adulta mayor. Tejió un siniestro plan para despojarla de su único refugio en este mundo. La ceguera se convirtió en su cárcel, y los documentos que firmaba, en su sentencia de muerte.
El precio de su engaño fue desgarrador. Con una simple firma, la malévola inquilina se adueñó de su casa, dejando a Especta en la desolación más profunda.
El inmueble, más que un hogar, era su último bastión de dignidad, su legado en la tierra. Pero la codicia no conoce límites, ya que usurpadora inclinó la balanza a su favor con documentos presuntamente fraguados.
La batalla judicial que libró Especta se convirtió en un calvario y tormento que la llevó a la muerte. Tras meses sin hallar justicia, la señora Especta Villaca, que estaba internada en un hospital, falleció el lunes.
El eco de su muerte se sintió en la zona Villa Urkupiña, donde vecinas y vecinos alzaron sus voces en un clamor por justicia. Pero ¿qué justicia puede hallarse en un mundo donde los débiles son presa de los depredadores?
Especta Villaca deja tras de sí un legado de dolor y desolación sobre la fragilidad humana y la crueldad del destino.