En una reunión en Iquique, delegaciones de Bolivia y Chile acordaron un plazo de 30 días para trabajar en una política migratoria y de lucha contra el contrabando, mientras que en 15 días se volverán a reunir, esta vez en suelo boliviano, para firmar un acuerdo destinado a combatir el robo de vehículos y su comercialización.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y el subsecretario del Ministerio de Interior, Manuel Monsalve, presidieron la reunión de las misiones bilaterales, poco después de que tres ciudadanos chilenos fueran atacados en Challapata, Oruro, con disparos de armas de fuego cuando encontraron el camión que les habían robado en su país.
«La burocracia no ha ganado, ha ganado el interés del pueblo boliviano y chileno», destacó Del Castillo a la conclusión de la cita bilateral, donde se trataron temas de seguridad territorial y fronteriza.
Uno de los primeros acuerdos fue fijar una nueva reunión en 15 días, en Bolivia, para la firma de «un nuevo instrumento» que permita a la Policía Boliviana contar con información en línea sobre vehículos robados en Chile, para ejecutar operativos y neutralizar su ilícita comercialización.
«Va a mejorar el trabajo de la Policía», aseguró y explicó habrá un efecto en la disminución de la delincuencia en Chile.
Durante el encuentro bilateral también se fijó un plazo para articular acciones en la temática de migración y en la lucha contra el contrabando.
«Nos hemos dado un plazo de 30 días para trabajar una política entre ambos países en tema migratorio, flujo de personas, y contrabando, dos elementos que son esenciales para ambos países», informó Del Castillo.
La frontera chilena es la puerta de ingreso de un porcentaje significativo de contrabando a Bolivia. El Gobierno encara acciones operativas para frenar esta ilícita actividad en una extensa zona de frontera.