Irán investiga el envenenamiento de 650 niñas con gas tóxico

Al menos 650 niñas han sido envenenadas por gas tóxico en Irán desde noviembre, en lo que muchos sospechan que ha sido un intento deliberado de forzar el cierre de sus escuelas.

Ninguna de las niñas ha muerto, pero decenas de ellas han sufrido de problemas respiratorios, náusea, mareo y fatiga.

«Quedó en evidencia que alguien quería que todas las escuelas, especialmente las escuelas de niñas, se cerraran», declaró el viceministro de Salud el domingo.

Sin embargo, más tarde dijo que sus declaraciones habían sido malentendidas.

El fiscal general anunció la semana pasada que había iniciado una investigación criminal, pero señaló que la información disponible sólo indicaba «la posibilidad de actos criminales y premeditados».

Entretanto, la frustración pública continúa creciendo.

El primer envenenamiento se produjo el 30 de noviembre, cuando 18 estudiantes de la Escuela Técnica Nour, en la ciudad santa de Qom, fueron llevadas al hospital.

Desde entonces, más de 10 escuelas para niñas han sido objeto de estos ataques alrededor de la provincia.

Según se ha reportado, al menos 194 niñas fueron envenenadas en la última semana en cuatro escuelas en la ciudad de Borujerd, en la provincia occidental de Lorestan.

Las niñas envenenadas informaron de haber olido mandarina o pescado podrido antes de caer enfermas.

Indignación

A principios de este mes, por lo menos 100 personas protestaron frente al despacho del gobernador de Qom.

«¡Usted tiene la obligación de garantizar la seguridad de mis niñas! Tengo dos hijas», gritó un padre en un video que fue compartido en las redes sociales. «Dos hijas… y todo lo que puedo hacer es no dejarlas ir a la escuela».

«¡Esto es la guerra!», declaró una mujer. «Están haciendo esto en una secundaria de niñas en Qom para forzarnos a quedarnos en casa. Quieren que las niñas se queden en casa».

Algunos padres han explicado que sus hijas estuvieron enfermas durante semanas después del envenenamiento.

Otro video de un hospital muestra a una adolescente aturdida, tendida en una cama con su madre al lado.

«Queridas madres, soy una madre y mi hija yace en un lecho en el hospital y no siente las extremidades», comenta la desconsolada mujer. «La pellizco pero no siente nada. Por favor, no envíen a sus hijas a la escuela».

En una rueda de prensa ofrecida el domingo, el viceministro de Salud, Younes Panahi, dijo que las niñas había sido envenenadas con químicos que «no son de uso y están disponibles al público».

«Las escolares no requieren un tratamiento invasivo y es necesario mantener la calma», añadió.

El comentario del viceministro de que era «evidente que algunas personas querían que todas las escuelas cerraran» pareció confirmar que el gobierno cree que los envenenamientos fueron premeditados.

Los envenenamientos se han concentrado particularmente en Qom, una ciudad que es sede de importantes santuarios musulmanes chiitas y del liderazgo religioso que constituye la columna vertebral de la República Islámica.

Desde septiembre, el clero ha sido desafiado por protestas multitudinarias que estallaron tras la muerte en custodia de una joven kurda, Mahsa Amini, que fue detenida por la policía de la moral por supuestamente no tener «bien puesto» su velo.

Algunos iraníes han especulado que las niñas están siendo envenenadas en «represalia» por su participación en las protestas. Las redes sociales se inundaron de videos mostrando a las niñas escolares arrancándose los velos y entonando consignas antigubernamentales.