Casas de Cambio de las ciudades de San Salvador de Jujuy y Salta incorporaron la venta del peso boliviano por la demanda para ahorrar, afirmó el economista y docente emérito de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), Carlos Benito Aramayo.
La moneda boliviana mantiene una relación con el dólar estadounidense en torno a Bs 6,60 y 6,90, en comparación al peso argentino que se devaluó desde $ 17,25 hasta $ 380 por dólar en los últimos años.
Según Aramayo, la demanda por el peso boliviano se registra no solo en localidades fronterizas de su país con Bolivia, sino ahora se ve en ambas ciudades importantes del norte de Argentina.
«Hay tendencia a atesorar en bolivianos. Las casas de cambio anuncian la venta debido a la demanda por moneda boliviana porque es admirable el nivel de estabilidad que tiene desde hace 15 años», señaló el economista que está de paso por Tarija.
El exrector de la UNJu, Rodolfo Alejandro Tecchi, coincidió con Aramayo, al decir que la moneda de Bolivia está más fuerte que el dólar estadounidense, como mencionan economistas en su país.
Agregó que en este reciente viaje observaron esto que será recurrente; es decir, los «cambios de onda» que hay en las localidades limítrofes, donde se ve cuál es el país que tiene una economía fuerte y una débil.
A criterio de Aramayo, la apreciación de la moneda boliviana es algo que llama la atención no sólo en Argentina, sino en otros países vecinos por la estabilidad monetaria y la política fiscal de Bolivia más allá de los vaivenes políticos.
La estabilidad del peso boliviano se sustenta en una de las tasas de inflación más bajas de la región sudamericana.