Un niño de 12 años asume una carga laboral como la de un hombre adulto para sobrevivir y sustentar a su familia. El menor salió de Sucre con rumbo a Potosí. Se subió en un bus como si nada y pasó los supuestos controles sin problema alguno para llegar a la Villa Imperial.
Según Williams, salió de su casa con la finalidad de buscar trabajo. No encontró en Sucre y buscó mayor suerte en Potosí. Él tuvo que pasar la noche en un alojamiento de la zona del mercado Uyuni.
El dueño del alojamiento “La Estrella” le cobró 25 Bolivianos por darle el cobijo al niño. Sin embargo, no solicitó los requisitos que son indispensable para alojar. Más allá de la posible responsabilidad para el dueño del alojamiento, es la responsabilidad que asume el niño para llevar el pan a la boca.
El menor fue cobijado en radio Kollasuyo donde se le alimentó y posteriormente se entregó al personal de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. Pero, antes de ser llevado a la Defensoría, contó que él no fue la única vez que dejó su hogar, ya lo había hecho en una anterior oportunidad.
Williams dijo conocer Uyuni, ciudad donde encontró trabajo. En esa jurisdicción municipal trabajó de sol a sol en una zafra de quinua. El empresario quinuero solo le pagó la mitad por el trabajo que cumplió.
Ahora, el personal de la Defensoría indaga más sobre el niño para devolver a su hogar.
Fuente: Global/Potosí
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