Anoche, un contingente policial se movilizó hacia el municipio de Ocurí para restaurar el orden en medio del caos desatado por los comunarios que demandan la dimisión de las concejalas.
Las concejalas se encuentran bajo presión para renunciar a sus cargos, ya que, según los comunarios, se debe garantizar la alternancia con los suplentes. Las concejalas fueron encerradas en un cuero con algunos otros funcionarios más de ese municipio.
La Defensoría del Pueblo está interviniendo en el caso, donde se han identificado actos de acoso y violencia política contra las concejalas. Según el comunicado de la Defensoría del Pueblo de Potosí, las concejalas habrían sido presionadas y llevadas en contra de su voluntad a la comunidad de Maragua para exigirles la renuncia.
El pasado 8 de marzo, un grupo de comunarios tomó violentamente las instalaciones del municipio de Ocurí, en el norte potosino, exigiendo la dimisión de las concejalas. Desde entonces, la violencia ha imperado, incluso llegando al bloqueo de la carretera principal, la Diagonal Jaime Mendoza.
A pesar de los esfuerzos de mediación por parte de la Defensoría, no se ha logrado llegar a un acuerdo para resolver el conflicto. En la actualidad, se desconoce el paradero de las tres concejalas, quienes están siendo objeto de intentos de renuncia forzada.