La masa encefálica quedó desparramada por la calle tras la explosión de la cabeza de un anciano que murió instantáneamente tras pasarle las llantas enormes de un volquete.
Un hombre de 68 años que caminaba con una pequeña canasta en su mano vendiendo tostado se metió a las llantas traseras de un volquete cuando pasaba de un lado a otro la calle.
El grave accidente sucedió en la zona norte de la ciudad donde el surtidor de combustible. El director del organismo Operativo de Tránsito, coronel José Luís Assaf, confirmó el deceso de la persona adulta mayor y refirió que el conductor fue aprehendido.
Habló con el chofer. Visiblemente acongojado por lo sucedido con lágrimas en los ojos declaró que él no vio al anciano; al contrario, solo sintió que atravesó algo con la llanta trasera derecha.
“El señor se había metido a la llanta de atrás. Por adelante pasé todo normal, no lo vi, a la llanta de atrás se había metido”, declaró al sostener que subía por el sector después de dejar una compresora al mecánico.
Transeúntes y conductores de vehículos fueron testigos de cómo el adulto mayor, que cruzaba la vía, soltó la pequeña canasta cuando le pasó las llantas traseras del vehículo que se dirigía al sector de La Paloma.
Las vecinas del lugar exigieron a las autoridades mayor presencia policial y señalización en el lugar, toda vez que por la zona circulan camiones de carga pesada y flotas.