liderazgo de Vinícius, autor de dos tantos y asistente, sumado a la exhibición física con pegada de Fede Valverde con su doblete, coronaron al Real Madrid como campeón del Mundial de Clubes, el gran dominador del planeta fútbol tras un torneo en el que exhibió tanta pegada como debilidad defensiva, superior a un Al Hilal que nunca se rindió en la lucha.
Diez encuentros vencidos de forma consecutiva, cinco conquistas del título en las nueve últimas ediciones. El poderío del Real Madrid en el mundo es aplastante. Así como la superioridad del fútbol europeo en el panorama internacional. Desde 2012, cuando firmó la proeza Corinthians, nadie fue capaz de desafiarlo. Al Hilal sorprendió a Flamengo pero no le dio ante la fortaleza madridista. El fútbol saudí ha crecido a base de talonario pero aún tiene mucho camino por recorrer.
Era el Mundial de Vini. Alejado de la polémica que le ha rodeado en España, rompió la final pronto, a los 13 minutos, conectando con Benzema y definiendo sin complicaciones. Pese a que Al Hilal demostró valentía ante los golpes recibidos y perdonó el empate tras un exceso de confianza de Carvajal, cuando Vietto acarició el poste con su disparo, la contundencia madridista no tuvo freno.
El físico mejorado de Fede Valverde es pura energía para el equipo de Ancelotti. Aparece para robar en una cobertura a Kroos y Modric, como para dinamizar el ataque. Castigó un mal despeje con su disparo para el 2-0 (18’ PT). El Real Madrid sentía la final ganada en 18 minutos.
De la nada resurgió Al Hilal. Con el mérito de no bajar nunca los brazos en el partido, lanzó un contragolpe veloz y con criterio que hizo visible un problema que sufrió el Real Madrid en todo el partido, Alaba y Rüdiger sufren con facilidad a su espalda. La relajación de ambos, el mal posicionamiento, tirar mal la línea del fuera de juego permitió correr a Moussa Marega. No perdonó el regalo de un equipo volcado que no replegó (26’ PT).
Volvió a aparecer con papel decisivo Vinícius. Encaró a dos rivales y cuando se podía esperar por su valentía una acción de regate, inventó un pase de exterior a la llegada con todo de Benzema (9’ ST).
Entre el tercer y cuarto tanto madridista transcurrieron cuatro minutos. Al 13’ ST se sintió campeón definitivamente cuando la banda derecha volvió a tener el protagonismo perdido. Carvajal y Fede Valverde se aliaron en una jugada de dos que el uruguayo mandó a la red con la calidad del delantero puro, picando el balón a la salida del portero.
La fiesta madridista no fue perfecta porque su defensa se encargó de empañarla. Alaba fuera de sitio y Rüdiger perdiendo de nuevo la marca a su espalda para dar la oportunidad a Vietto de exhibir su calidad en la definición ante un Lunin sin respuesta alguna (18’ ST).
En esta ocasión hubo un freno inmediato a la reacción de Al Hilal, que cayó de pie y dando la cara hasta el final. Se encargó Vinícius, poniendo la firma al quinto con un gesto de escuela en la definición con el exterior de la bota (24’ ST). En el pique por grandes goles apareció de nuevo Vietto ante una defensa de mantequilla para el 5-3 (34’ ST).
Flamengo se consuela al final
Los dobletes de Gabriel “Gabigol” Barbosa y de Pedro evitaron un sonrojo mayor del Flamengo, inicialmente destinado a pujar por el título del Mundial de Clubes y abocado a un partido de consolación que sacó adelante por el talento de sus jugadores, superior al entusiasmo egipcio de Al-Ahly que durante muchos minutos dominó el marcador.