Mientras europeos y estadounidenses hacen todo lo posible para evitar que la guerra en Ucrania se transforme en un enfrentamiento entre Rusia y Occidente, Moscú sueña con transformar su insensato gesto en el advenimiento de un nuevo orden mundial.
A través de su poderosa maquinaria propagandística, Moscú difunde por las redes sociales mapas elocuentes que pretenden desmentir la realidad del aislamiento ruso: el acercamiento de Rusia, la India y China (RIC) —para el cual el autócrata ruso hace todos los esfuerzos posibles— es presentado como el punto central de un nuevo orden mundial, en detrimento de Washington y de sus aliados europeos, golpeados por el retorno de la guerra en un continente “declinante y dividido desde hace mucho tiempo”, según el Kremlin.