El presidente del Banco Central Bolivia (BCB), Edwin Rojas evadió el martes, responder a los periodistas cuál es el monto de las reservas internacionales netas (RIN) y se limitó a señalar que superan los parámetros internacionales. Dio como ejemplo que las reservas equivalen a tres importaciones.
“Las reservas (internacionales) es un tema de interés para uno o dos periodistas (…). Si bien es un parámetro importante saber cuál es el nivel de las reservas, cuál es el monto, la práctica internacional demuestra que la administración de reservas se realiza en función a determinados parámetros que tiene que ver con los meses de importación o con la capacidad que tiene la economía para poder atender deuda de corto plazo”, señaló en conferencia de prensa.
En estos ámbitos –dijo Rojas- claramente el nivel de reservas que tiene la economía nacional, sobrepasa los parámetros que internacionalmente se utilizan como buenas prácticas para la administración de reservas.
“Tenemos para cubrir más de tres meses de importación, estamos en los seis meses, para cubrir la deuda de corto plazo, se habla de cubrir una vez, nosotros cubrimos cuatro veces, más allá del nivel, que dicho sea de paso, como hemos informado hace algunas semanas, el nivel de reservas se ha estabilizado”, sostuvo tras presentare el Informe de Estabilidad Financiera – enero 2022.
Al 28 de enero de 2022, el Banco Central de Bolivia registró $us 4.511 millones en Reservas Internacionales Netas, una de las más bajas de los últimos años.
Rojas dijo que además las diferentes fluctuaciones en el ámbito internacional generan fluctuaciones, como es el caso de los minerales, concretamente el oro. “El nivel de reservas que tiene la economía, supera los diferentes indicadores, parámetros que se tiene en materia de su administración”, insistió.
En cuanto a tipo de cambio de la moneda extranjera, dijo que durante la última gestión se logró un equilibrio en términos de tipo de cambio real y el tipo de cambio en términos teóricos. “Está totalmente alineado, es más, hemos logrado importantes grados de libertad, que si consideramos competitividad vinculados al tipo de cambio habría ganado la economía nacional algunos puntos respecto a la gestión 2022”.
En cambio dijo que las economías vecinas de la región enfrentan incertidumbres, ya que presentan problemas macroeconómicos. “Nuestra política cambiaria es adecuada. Adicionalmente este tipo de fluctuaciones ha permitido a nuestra economía posicionarnos de mejor forma. La inflación está controlada, llegó al 0,9% el 2021, una de las más bajas que permite cumplir al BCB su mandato de preservar el poder adquisitivo”, destacó.
Rojas destacó los indicadores de desempeño del sistema de intermediación financiera en cuanto a su solvencia, solidez y el importante papel que tuvo en 2021 para la recuperación de la economía nacional, en el marco del Modelo Económico Social Comunitario Productivo implementado por el Gobierno Nacional.
Como resultado de las medidas de política monetaria implementadas por el BCB, dijo que la liquidez del sistema financiero se mantuvo en niveles adecuados. Es así que la liquidez (excedente de encaje legal) promedio de 2021 fue Bs11.954 millones, por encima de la gestión 2020 (Bs9.348 millones) y 2019 (Bs6.475 millones). En este sentido, el sistema financiero contó con los recursos necesarios para la expansión de la actividad de intermediación financiera.
De esta manera, señaló que el crecimiento de la cartera total llegó a 4%, en línea con la política del gobierno nacional de priorización del financiamiento al sector productivo y vivienda de interés social. Este resultado se reflejó en un aumento de los nuevos créditos otorgados (desembolsos) en 40% con respecto a 2020, recuperándose de manera importante y acercándose a los niveles observados en los periodos previos a la pandemia.
Por su parte, el aumento de los depósitos (6,3%) dijo que reflejó la sólida confianza del público en el sistema financiero y en las medidas de reactivación de la economía. El 91% de los depósitos a plazo fijo (DPF) se constituyó en plazos mayores a un año y el 73% a más de tres años, otorgando un alto grado de seguridad a la principal fuente de financiamiento del sistema.
La mayor actividad de intermediación financiera se reflejó también en mejores indicadores de cobertura y acceso, que fueron superiores a los observados en los periodos previos a la crisis sanitaria, con un mayor número de cuentas de depósitos (8,3%), prestatarios (6,1%) y puntos de atención financiera (5,8%).