La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos aprobó este lunes una inyección para prevenir el contagio con el virus que causa el sida, la primera de su tipo en el mundo.
«Hoy aprobamos el primer tratamiento inyectable para su uso en adultos y adolescentes en riesgo, para reducir el riesgo de contraer el VIH adquirido sexualmente», informó la agencia.
El cabotegravir (CAB-LA), un medicamento que terminó su fase de ensayos clínicos en noviembre de 2020, ha mostrado un resultado alentador para evitar la infección, según los diferentes ensayos clínicos.
Un estudio final mostró que era un 66% más efectivo en prevenir las infecciones por VIH que las tradicionales pastillas diarias.
Un estudio anterior de de ViiV Healthcare, una compañía farmacéutica especializada en el desarrollo de terapias contra el VIH, halló que el tratamiento con una muestra de mujeres era hasta 89% más efectivo que otros que se utilizan actualmente por vía oral.
De acuerdo con la compañía, el ensayo con mujeres siguió a otra prueba en hombres que tienen sexo con hombres y mujeres transgénero que también demostró que los efectos eran superiores a las píldoras diarias que actualmente consumen millones de personas en el mundo para evitar enfermarse de sida.
A diferencia de los tratamientos actuales, que requieren que las personas tomen una pastilla cada día, el cabotegravir es inyectable y se administra en un período de dos meses.
Anteriormente, la Organización Mundial de Salud había celebrado «la seguridad y eficacia del fármaco» y explicó que los ensayos se detuvieron de forma anticipada por el comité de monitoreo dado que los resultados mostraron que era «altamente eficaz» para prevenir el sida.
El doctor Jeffrey D. Klausner, experto en VIH y profesor de Epidemiología y enfermedades infecciones del Universidad de California -quien no tuvo relación con el estudio de la farmacéutica, pero accedió a los datos-, aseguró meses atrás a BBC Mundo que se trataba de un resultado prometedor.
«Es muy alentador, casi duplica la protección contra el VIH cuando se compara la inyección cada dos meses con las píldoras diarias», dijo.
Un nuevo medicamento
Actualmente, varias farmacéuticas distribuyen unos complejos antirretrovirales conocidos como profilaxis preexposición (PrEP), que han demostrado ser efectivos en la prevención del VIH.
Klausner explicó que ahora, desde el punto de vista farmacológico, se trata de un tratamiento diferente.
«El medicamento funciona de manera diferente a las píldoras PrEP actuales. En segundo lugar, ¡es una inyección que dura dos meses! En lugar de tener que tomar una pastilla todos los días».
El doctor Víctor García-Martínez, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, dijo que en muchas ocasiones tratamientos como la PrEP han dejado de ser efectivos porque muchas personas olvidan tomar cada día la píldora.
«Desde que se empezaron a hacer estudios de prevención del sida, nos dimos cuenta de que los participantes no se aferraban a las indicaciones de cómo y cuándo se debe tomar los medicamentos. Entonces, mucha gente se infectaba porque no tomaba las medicinas», le explica a BBC Mundo.
«Entonces lo que cambia ahora es que en lugar de tomar una pastilla todos los días, la gente recibe una inyección cada ocho semanas. Entonces la gente no tiene que estar tomando medicina todos los días y eso puede ayudar tremendamente», agrega.
De acuerdo con la OMS, esto podría ser particularmente beneficioso para mujeres en algunas regiones del mundo con altos niveles de infección, como África, donde a muchas les es difícil mantener una rutina diaria para consumir el medicamento.
«A algunas mujeres les resulta difícil tomar una pastilla diaria y el uso inconsistente de PrEP oral reduce el efecto de prevención. Una formulación inyectable de acción prolongada tiene el potencial de mejorar el efecto de prevención sin depender del cumplimiento de un régimen diario de PrEP oral», indica la OMS.
García-Martínez dijo que el nuevo medicamento puede aumentar también el acceso de las mujeres a nuevas terapias, ya que algunos tratamientos preexposición actuales, como el llamado Descovy, solo son accesibles en algunos países a hombres que tienen sexo con otros hombres.
Klausner explicó que el hecho de que sea una inyección también facilita el consumo del medicamento, y la persona podría autoinyectarse o pedirle a alguien que lo haga en lugar de ir a una clínica o farmacia.
Esperanzas y cautelas
Los expertos consultados por BBC Mundo se mostraron optimistas con el nuevo tratamiento, aunque como con todas las medicinas también recomiendan cautela.
De acuerdo con el estudio, dado que el medicamento queda en sangre por largos periodos, si se deja de administrar, es posible que estas pequeñas cantidades no sean suficientes para proteger contra el VIH, lo que podría provocar el desarrollo de un virus resistente al fármaco.
La OMS también ha alertado que todavía se necesitan estudios de seguridad en mujeres embarazadas y lactantes y que se deberán considerar otras investigaciones para comprender «los enfoques de implementación más efectivos y aceptables».
Klausner señaló en ese sentido que también sería necesario tener en cuenta la capacidad de producción y distribución del medicamento.
«El impacto que tenga contra el VIH a nivel mundial dependerá de cómo y con qué rapidez esté disponible. Todavía vemos más de un millón de nuevas infecciones al año, la mayoría en África subsahariana y la mayoría en mujeres jóvenes», dice.
De acuerdo con el experto, hacer accesible este tipo de tratamiento para mujeres en esa zona del mundo puede volverse decisivo para controlar la pandemia de sida.
«Me encantaría ver un programa de planificación familiar y prevención del VIH con fácil acceso en todo el sur de África. Mantener a las mujeres jóvenes saludables y permitir que el embarazo sea una opción en lugar de un accidente es una de las mejores formas de empoderar a las mujeres y construir economías prósperas que sacarán a las sociedades de la pobreza», dice.