Dos de los tres hermanos que entraron a una mina en Porco se encontraron con la muerte. El gas de mina acabó con la vida de los más jóvenes de la familia, Viviano y Benito, de 22 y 24 años, respectivamente. El tercero, Fermín, de 29 años, el mayor de la familia, salvó su vida.
Los hermanos, como todos los días, entraron al socavón a trabajar al paraje denominado Carma. Cuando cumplían sus funciones de extracción de mineral, de pronto, inhalaron el gas venenoso. El mayor de los hermanos escapó de la muerte casi moribundo hasta un lugar con más ventilación de aire, y ahora vive para contar la tragedia. Él está internado en la cama 1 del hospital de la región minera de Porco.
Este año, más de una treintena de trabajadores mineros murieron por diferentes causas al interior de los yacimientos mineros del Departamento de Potosí.